Las relaciones humanas siempre consisten de un complejo
entramado de poder, jerarquía y dominación y es por eso que hoy en día una de
las formas más importantes y efectivas para hacer que un vínculo entre
individuos funcione es la del liderazgo. Cuando hablamos del liderazgo, estamos
haciendo referencia a personas que ocupan de manera permanente o temporaria el
rol de líder, de aquel que dirige los destinos de los otros con la idea del
bien común o al menos de lograr un objetivo previamente establecido. Si bien la
idea de liderazgo se relaciona mayoritariamente con el ámbito del trabajo, la
realidad nos muestra que la importancia del liderazgo se puede hacer
visible en el ámbito educativo.
Se considera que el líder es una figura importante cuando
se trata del trabajo en grupo o en conjunto. Así, una persona líder es aquella
que es colocada al mando del grupo y que toma decisiones de acuerdo a las
necesidades o requerimientos de cada circunstancia. En algún sentido, la idea
de líder puede generar cierto resquemor pero esto sólo si hablamos de líderes
autoritarios que no tienen en cuenta las opiniones de sus seguidores o que
obran para beneficio propio utilizando la fuerza y el trabajo de todos.
En realidad, un buen líder es una persona que tiene
autoridad de manera natural y que la ejerce también de manera natural, sin
esfuerzo o sin autoritarismos. El líder es aquella persona en torno a la cual
todos los demás se agrupan por determinación casi inconciente, al observar que
esa persona tiene carisma, capacidades y seguridad para dirigir al grupo.
En los ámbitos laborales hoy en día la figura del líder
es esencial para llevar a cabo diferentes tipos de proyectos que puedan dar
buenos réditos. Esto es así porque se estima que un buen líder puede guiar
mucho mejor a un grupo que si cada persona trabajara por sí sola o de manera
independiente. Esta misma situación se transpola a muchos otros ámbitos
sociales como los mencionados más arriba.
El oficio de gerente es dirigir una organización o una
parte de ella supone un conjunto de responsabilidades. Un gerente debe cumplir
ciertas funciones. O, si se quiere ver desde otra perspectiva, debe desempeñar
determinados roles. Para ello tiene que aprender y desarrollar algunas
habilidades. Y familiarizarse con ciertos conceptos que operen como base
filosófica de su conducta. Sobre tales asuntos versa este artículo. Para un
mejor entendimiento, empezamos por clarificar el sentido en que serán usados
conceptos claves como organización, administración, gerencia y liderazgo
Algunos autores define liderazgo como: “El liderazgo es
el conjunto de habilidades gerenciales o directivas que un individuo tiene para
influir en la forma de ser de las personas o en un grupo de personas
determinado, haciendo que este equipo trabaje con entusiasmo, en el logro de
metas y objetivos. Es el proceso en el cual influyen líderes sobre seguidores y
viceversa, para lograr los objetivos de una organización a través del cambio.
También se entiende como la capacidad de tomar la
iniciativa, gestionar, convocar, promover, incentivar, motivar y evaluar a un
grupo o equipo de trabajo. En la administración de instituciones u
organizaciones el liderazgo es el ejercicio
de la actividad ejecutiva en un proyecto, de forma eficaz y eficiente, sea éste
personal, gerencial o institucional (dentro del proceso administrativo de la
organización).
Dentro del liderazgo se encuentran varios Tipos las cuales nombraremos algunos:
Líder carismático:
es el que tiene la capacidad de generar entusiasmo. Es elegido como líder por
su manera de dar entusiasmo a sus seguidores.
Líder tradicional: es aquél que hereda el poder por costumbre o por un cargo importante, o que
pertenece a un grupo familiar de élite que ha tenido el poder desde hace
generaciones. Ejemplos: un reino.
Líder legítimo:
Podríamos pensar en "líder legítimo" y "líder ilegítimo".
El primero es aquella persona que adquiere el poder mediante procedimientos
autorizados en las normas legales, mientras que el líder ilegítimo es el que
adquiere su autoridad a través del uso de la ilegalidad.
Líderes de inteligencia
superior: su ámbito más propicio es cuando las
organizaciones emplean a personas altamente cualificadas, consiguiendo así
transacciones con resultados óptimos. Demuestran un gran rechazo y no se
sienten bien ante confrontaciones en el mercado para productos populares de
bajo valor y de una gran dependencia hacia la marca del mismo. En consecuencia
este tipo de líder de inteligencia superior admira la inteligencia de otras
personas. En consecuencia, los líderes que poseen una gran empatía, rechazan
totalmente a los de inteligencia superior.
Líder autocrático:
Especialmente eficiente en momentos de crisis, puesto que no siente la
necesidad de hacer demasiadas preguntas. Le cuesta adaptarse a los escenarios
organizacionales cuando los actores de los mismos poseen altos niveles
educativos y están muy calificados. Sin embargo actúan exitosamente en
diferentes situaciones. En los países que aceptan las diferencias sociales se
sienten muy cómodos.
Líder pastor:
muy solvente en las organizaciones con una evolución altamente consistente pero
son ineficaces ante las crisis emergencias para las que se requieren decisiones
rápidas. Este tipo de líderes se sienten muy cómodos en las organizaciones
mercantiles de máxima estabilidad.
General en jefe o general
del ejército: llevan a cabo sus mejores actuaciones
ante la necesidad de prepararse para la guerra. En cambio, tienen sus peores
momentos cuando perciben que esta guerra no resulta beneficiosa. Son altamente
competentes para la preparación pero no para llegar a conclusiones. Piensan que
no tienen necesidad de llegar a concluir, dada su creencia de que su
preparación es tan buena que siempre ganaran las batallas.
Líderes de la realeza:
tienen sus mejores oportunidades cuando se encuentran trabajando en
organizaciones muy antiguas y son líderes en el mercado y no se adaptan a
aquellas organizaciones cuyos productos tienen una demanda masiva , Este estilo
no es recomendable para las organizaciones, debido a la dificultad de
desligarlos de su papel como consecuencia de que a ellos mismos les cuesta en
exceso aceptar que su actuación no es la mejor.
Líder natural:
Su actuación resulta sobresaliente en la mayoría de las circunstancias, y en
especial en aquellas corporaciones mundiales cuyas marcas son reconocidas.
Tienen dificultades para adaptarse a las organizaciones cuyas operaciones están
excesivamente orientadas hacia las ventas. Se podría decir que este tipo de
líder es el más eficaz, puesto que una de sus grandes habilidades es la
motivación que transmite a sus más cercanos seguidores para que trabajen con
agrado y mantengan satisfechos a los accionistas y sus respectivos proveedores
en Venezuela.
Líder gerencial:
es el que “gerencia” eficazmente los recursos, especialmente los humanos. En
toda organización existen liderazgos fuera de las posiciones formales de
conducción. Los gerentes deberían ser líderes, pero también se debe detectar y
promover a los líderes que no son gerentes, para que sepan gerenciar y sean
promovidos a posiciones organizativas visibles.